Se repartió la torta electoral y lo niños ricos, engreídos y egoístas de derecha se quedaron fuera de la fiesta por pelearse la gruesa tajada del sector moderado, la mas gruesa y suculenta, pero insuficiente para tres.
La japonesa obesa de robo e impunidad, de memoria altamente selectiva en pos de la presidencia empujada por un respetable amor a un padre vil más que a una nación que su bancada esquilmó en una década, estaba en segunda vuelta. Mucha gente dice que ella cree que la gente es estúpida y desmemoriada; la verdad es que ella no lo cree, lo sabe, y eso hace que en política se mueva un paso por delante. Su voto duro lo constituyen aquellos pueblos que vivieron el terrorismo que en el gobierno de su padre y a costa de terrorismo de estado, se logró derrotar. Hay que saber comprender objetivamente que es justa y válida la fidelidad de esa gente al chino, gente a quienes hace pocas décadas tocaban a sus puertas encapuchados y se llevaban a sus hijos más por la fuerza que por la razón, para que poco luego lleguen uniformados a violarlos y torturarlos por colaborar con el terrorismo.
Está también el sector envilecido de sobrevivientes a toda costa pero con el menor esfuerzo, que con los hijos vendiendo, entre microbuseros desbocados, caramelos u objetos de procedencia china que nadie necesita, salen a cada mitin con la bolsa del mercado a gritar por la libertad del chino.
También esta el cachaco hijo de la intolerancia y nutrido de rencor, que nos muestra la horrible realidad: el grueso de la cuidadanía vive postergada y no se ha enterado de que el "Perú está creciendo". La gente cuyos derechos son menos que nada, un escollo siempre sorteble con decretos y gambetas jurídicas, porque ellos jamás entenderán lo que es el desarrollo. Pobres ignorantes que se creen dueños de la amazonía porque sus antepasados vivieron ahí desde centurias, si todos sabemos que la amazonia es de las transnacionales. Los heréticos que se enfrentan a la sobreexplotación minera, que más les da a ellos un poco de mercurio o plomo en su sistema si ni tan mal sabor le da a su comida; que sus hijos serán menos inteligentes? pero cual es el problema si tampoco tendrán educación.
El voto del catedrático y del analista político pesa igual que el del cobrador de combi, así que habló la democracia. La derecha egoísta se quedó fuera y las facciones radicales se vieron las caras. En el debate el cachaco hábilmente asesorado hizo perder la paciencia a la gorda moviéndole un poco el piso de cristal donde descansa su obesa humanidad y el bamboleo le significó un par de puntos en las encuestas que finalmente decidirían el resultado. La jamonada nipona tiene una mejor preparación (recordemos que el hurto de su padre pagó su educación en Boston) y un equipo experto en guerra sucia, pero le faltaba esquina.
Ahora el país esta a la deriva con la bolsa de valores cayendo en picada y el empresariado con las maletas hechas, nada infrecuente será ahora ver por televisión las proclamas intoxicadas y embrutecedoras del dictador caribeño que apadrinó la campaña política humalista.
Dios nos coja confesados
Maestro, bienvenido de nuevo al redil, ya se te extrañaba
ResponderEliminar